Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
Mi cajón de los tesoros
Hace ya algunos años, en una de esas asignaturas de la carrera de cuyo nombre no me acuerdo, una profesora (de cuyo nombre si que me acuerdo, por algo será), empezó su discurso de tal forma: " Nosotr@s, l@s maestr@s de Educación Especial somos como detectives. La mayoría de maestr@s, para enseñar a sus niñ@s simplemente tienen que abrir las puertas del armario y sacar lo que hay dentro de ell@s. Nosotr@s, al abrir las puertas del armario, a menudo nos encontramos con perchas vacías; sin embargo, sabemos que hay cajones dentro de ese armario que también podemos abrir y dentro de estos, aun medio vacíos podemos encontrar un monedero de otra temporada, en el que se quedó una moneda". La satisfacción que encuentro cuando uno de mis chic@s avanza, aunque sea solamente un pasito, es comparable a la alegría que tod@s hemos sentido al encontrar una moneda en el bolsillo de un abrigo que hacía años que no nos poníamos. Este es un Blog totalmente abierto, dedicado a compartir aquellas "llaves" que vayamos encontrando en la búsqueda de nuestro "tesoro".
lunes, 2 de abril de 2018
TAPALETRAS
A partir de un panel de la editorial, trabajamos la conciencia fonológica y el vocabulario con tarjetas de imágenes. Se pueden utilizar distintas consignas: empieza por, contiene...
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